



Desde hace doce años, Marisela y Ely, junto con su grupo de voluntarios Águilas del Desierto, organizan misiones de búsqueda y rescate en el desierto que separa Estados Unidos y México. Su objetivo: encontrar, recuperar y devolver a sus familias los cuerpos de los migrantes fallecidos durante la travesía a pie. Esa llamada interior que los impulsa tiene un alto costo personal, pero ¿cómo podrían detenerse? ¿A dónde vamos, Coyote? sigue su labor, su entrega y las vidas difíciles que han elegido llevar.
Since then, for the past twelve years, Ely and Marisela have devoted every other weekend to organizing search and rescue missions in the Mexican-American desert. Their aim is to locate and return the bodies of migrants who died during the crossing on foot. Their efforts have earned them a solid reputation in Latin America, and they receive 20, 30, 40 calls a day from desperate families seeking their help.
Despite the exhaustion, burn-out and post-traumatic stress they suffer, they haven't taken a day off from volunteering in twelve years. But how could they stop? What about the thirty desperate calls they receive every day? What about the families who rely on their support?
Es una verdad irrefutable que los desplazamientos masivos se intensificarán con los años, y con ellos, el exilio, la angustia y el conflicto social. Tanto por su tema como por su forma, ¿A dónde vamos, Coyote? es una obra profundamente actual. Su razón de ser es la urgencia, y su vocación, comunicar una verdad olvidada y ofrecer un contrapunto al discurso polarizado que domina los medios de comunicación.
Nuestra película es el resultado de una colaboración entre los voluntarios de Águilas del Desierto y nuestro equipo, en la que el trabajo de unos complementa el de los otros, tanto en lo logístico como en lo ético. La primera vez que conocí a Ely, Marisela, a los Águilas y descubrí su labor, me resultó evidente que su historia debía ser contada en la gran pantalla con toda la magnitud que merecía. Para lograrlo, mi equipo y yo los acompañamos en una media docena de misiones a lo largo de tres años, registrando imágenes capaces de sumergir al público en la experiencia en tiempo real. A cambio de nuestro compromiso, los Águilas nos ofrecieron un acceso sin precedentes y nos acogieron como parte de los suyos.
A diferencia de las fronteras trazadas con líneas, muros y alambradas, los espacios desérticos funcionan como fronteras por el simple hecho de ser inmensamente vastos, hostiles y peligrosos. El contraste era enorme entre el ritmo de las misiones de búsqueda —intenso, tenso, desbordante—, donde el desierto cobra tanta vida que se convierte en un personaje más, y el ritmo de la vida cotidiana urbana —tranquilo, pausado, pero constantemente interrumpido por llamadas de auxilio y de urgencia. Deseaba que el montaje de la película reflejara esas contradicciones y que la composición visual elevara los espacios al rango de personajes.
La presencia de los migrantes en pantalla —a través de sus vídeos y sus voces— debía ser tratada con un cuidado y una ética inquebrantables. Por ello, era fundamental que el equipo de la película fuera multicultural. Yo mismo soy libanés, proveniente de una cultura árabe a menudo estigmatizada, y no poco. El Líbano ha vivido su parte de movimientos migratorios, tanto de entrada como de salida, al compás de las guerras civiles que nos han asediado. Aun así, quedé desconcertado por el desastre humanitario en la frontera entre México y Estados Unidos, cuya magnitud jamás habría imaginado en dos países técnicamente en paz. La productora Dominique Dussault ha hecho de la representación femenina su causa principal, tanto en pantalla —con personajes fuertes y representativos— como en los equipos de las películas que produce. El director de fotografía, Nicolás Taborga, de origen boliviano, se siente personalmente vinculado con la temática del filme y con las personas filmadas. La montajista Gisela Restrepo, de origen colombiano, conoce de cerca las problemáticas de la migración y de la violencia política en América Latina. Y la montajista Marie-Pier Dupuis, canadiense, logró llevar al extremo las tensiones de las situaciones contradictorias para transmitirlas al público de la manera más potente posible.
Más allá de todo activismo partidista, me interesaba, a través de ¿A dónde vamos, Coyote?, describir con matices las múltiples tragedias de la catástrofe humanitaria en que se ha convertido la frontera mexicano-estadounidense, y explorar la complejidad de las heridas interiores provocadas por decisiones de vida sobre las cuales los protagonistas, los participantes y los migrantes rara vez tienen control.
Con
Águilas Del Desierto, Marisela Ortiz & Ely Ortiz
Dirección
Jonah Malak
Producción
Dominique Dussault
Dirección de fotografía
Nicolas Taborga
Montaje
Marie-Pier Dupuis, Gisela Restrepo & Jonah Malak
Sonido
Sylvain Brassard
Música
Marc Bell
Sometimes, they rescue migrants in distress; other times, they search for the remains of a loved one whose life was taken by the desert.